Raqueta de squash Wallbreaker 175

Raqueta de aluminio 6061 perfecta para jugadores de nivel principiante.Gracias al aluminio, esta raqueta es sólida, incluso irrompible, resistente a los golpes contra la pared.

El material elastomérico de poliuretano aporta una mejor relación adherencia-absorción para mejorar el toque.

Gracias a su marco de 165 g de peso (sin cordaje, ni bumper, ni grip), el resultado es una muy buena potencia de juego con la que podrás mantener al adversario en el fondo de la cancha.Las características de esta raqueta permitirán a los jugadores principiantes descubrir la práctica del squash.

Su equilibrio de 325 mm (en el mango) le confiere igualmente una excelente manejabilidad.

El tamaño del tamizador de 467 cm² aporta mayor tolerancia a los fallos de centrado.

Aluminio

Superficie de cordaje aireada, diseñada para proporcionar potencia y tolerancia a los jugadores en iniciación.

Como todas las pelotas de squash, es importante "calentar" la pelota para aprovechar al máximo sus cualidades.Es muy sencillo, sitúate cerca de la T y golpea varias veces la pelota contra la pared. Después de unos diez impactos, notarás que la pelota se ha calentado. Cuando esté bien caliente, ya puedes empezar a jugar en cualquier terreno y disfrutar de la práctica.

El calor y el frío afectan considerablemente al rendimiento de la pelota. Cuando hace frío, las pelotas entran en calor más lentamente y los rebotes son menos altos en todo tipo de pelota. No te sorprenda que, en caso de frío intenso, tengas que utilizar una pelota azul o roja. Y a la inversa, cuanto más calor, más elevado será el rebote de la pelota, y puedes contrarrestar este efecto utilizando una pelota con poco rebote, como las de punto amarillo o doble punto amarillo.

Las pelotas de squash nuevas tienen un aspecto mate y rugoso. La velocidad de desgaste de una pelota varía en función de la pista, el cordaje y los golpes que recibe. Cuando veas muchas marcas como arañazos, o un aspecto brillante en la pelota, es el momento de cambiarla. Puedes seguir utilizándola, pero la pelota saldrá volando. Resbalará por el suelo o las paredes y acabará estallando.¡Cámbiala antes!

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